Cada vez más opositores nos escriben opositores pidiendo consejos o indicándonos alguna temática que le gustaría escuchar en nuestras píldoras para aprobar oposiciones.
Tal ha sido el caso de Montse, que se prepara para Ayudante de Instituciones Penitenciarias.
Muchas gracias por tus comentarios sobre nuestro podcast.
Nos cuenta que pronto realizará el primer ejercicio de la oposición y pregunta si podemos hablar algo sobre la preparación de su segundo ejercicio, un examen de supuestos prácticos.
Deseamos mucho ánimo a Montse y esperamos que lo que hoy vamos a contar le sea útil a ella y a todos los que tenéis un examen con supuestos prácticos.
Hoy vamos a hablar sobre los exámenes con supuestos prácticos.
Cómo son los exámenes prácticos en oposiciones
Este tipo de examen puede ser muy variable. Por ejemplo, el de Ayudante de Instituciones Penitenciarias consiste en la resolución de 10 supuestos prácticos, con respuestas de tipo test.
Sin embargo, en oposiciones como Agente de la Hacienda Pública, consisten en la redacción de respuestas cortas a las preguntas planteadas por el tribunal.
En cualquier caso, no hablamos de un tipo test como los del primer ejercicio de la mayoría de oposiciones, ni hablamos de la redacción de un tema.
La respuesta que hemos de dar viene condicionada por la “historia” que nos han contado en el supuesto, por eso se llaman prácticos. Este detalle es muy importante, como explicaremos enseguida.
En general, te diré que hay 4 factores importantes a tener en cuenta para enfrentarse con garantías a este tipo de ejercicios. Te los voy a contar uno a uno.
La importancia del preparador en supuestos prácticos de oposiciones
Siempre te digo que, para mí, ir a una academia es importante en algún momento de tu preparación. Dependerá de tus conocimientos previos y experiencia en la oposición.
Bueno, pues para preparar este tipo de ejercicio, la influencia del preparador es máxima.
Para oposiciones locales siempre he tenido preparadores que trabajan en la entidad convocante. Es fundamental.
Por qué. Por dos razones.
Primero, porque a la hora de poner supuestos prácticos el tribunal suele coger ejemplos de los que cotidianamente resuelven en el ejercicio de su profesión. Por ello, un preparador especializado en la materia sabrá con qué se trabaja en ese puesto de trabajo.
Segundo. En organismos más pequeños, como las entidades locales, el preparador puede conocer a los miembros del tribunal y saber qué temáticas les pueden gustar y son más probables que caigan.
Si vas a una academia, continua en ella en la preparación del segundo ejercicio. Si no vas, busca un preparador específico que te ayude con la preparación de los supuestos prácticos.
La importancia de trabajar con supuestos reales para oposiciones
Continuando con lo dicho anteriormente, el preparador te facilitará supuestos para trabajarlos en clase.
Pero, en cualquier caso, cuantos más supuestos hagas mejor. Por ello, si tienes la posibilidad de adquirir material extra, invierte en ello.
Algunas editoriales ofrecen libros con supuestos prácticos para las oposiciones más demandadas, son una buena opción para tener trabajo añadido.
Es fundamental que tengas claro que los supuestos que estés trabajando sean similares a los que caen en los exámenes de años anteriores.
Es tu responsabilidad conseguir los exámenes de años anteriores y hacer estos supuestos prácticos. En muchos casos, los tribunales no se complican la existencia y ponen supuestos similares a los que cayeron en años anteriores. En definitiva, trabaja con supuestos lo más parecidos posibles a los que caen.
La importancia de saber resumir y argumentar en oposiciones
Si tu examen es de desarrollo, tienes que escribir, es necesario que practiques mucho esta faceta.
Lo primero que debes tener claro es que el tribunal debe corregir, uno a uno los ejercicios resueltos por los opositores. Te pregunto ¿crees que si tu letra no es clara se van a molestar en corregirlo? Ya te digo que no.
Además, la exposición de lo que respondes debe ser clara de forma conceptual. Vamos, que no te andes por las ramas, si te preguntan por una cosa no debes adornarte demasiado. No por escribir más te van a puntuar más. Puede que algún miembro del tribunal incluso piense que eres un “royero“, sobre todo, tras haber leído decenas y decenas de ejercicios.
Finalmente, muy importante, cíñete a lo preguntado. Esto es fundamental. El tribunal te corregirá en función de que en tu respuesta esté lo que el tribunal exige que debe estar. Si respondes otra cosa te penalizarán.
¿Cómo se trabaja el resumir y argumentar? Fácil, haciendo muchos supuestos prácticos. Volvemos al punto 1, el preparador debe ayudarte en esto y darte consejos. No los desprecies, ya pasó por donde tú estás.
La importancia de los esquemas en la preparación de oposiciones
Efectivamente, la mejor manera de preparar este tipo de examen es con los esquemas de los temas. Debes repasar a conciencia todos los esquemas que contienen cosas que puedan ser preguntadas en un examen de supuestos prácticos.
Ojo, sólo repasa lo que pueda ser preguntado, no todo, claro.
Cuando lees el enunciado del supuesto práctico tu mente debe ir inmediatamente a buscar el esquema o los esquemas que hablan de esa materia.
Si la respuesta del caso práctico es tipo test, la debes tener en el esquema.
Si la respuesta es de desarrollo, deberás transcribir, de forma comprensible, la parte correspondiente del esquema.
Muchas personas me han dicho a lo largo de los años que utilizaban los resúmenes para este tipo de ejercicios. En mi opinión, creo que los resúmenes están sobrevalorados. Sirven para los desarrollos, pero omiten cosas que se preguntan en un tipo test, y son más complicados de memorizar que los mapas conceptuales o esquemas.
Espero que los consejos que te hemos comentado te resulten útiles. En cualquier caso, si ibas bien preparado para el primer ejercicio de tu oposición no debes tener mucho miedo con este tipo de ejercicio. Sigue las cuatro ideas y te irá bien.
Además, ya habrás pasado la gran criba del primero, donde suele suspender mucha más gente. Trabaja a tope que tienes el aprobado en la palma de tu mano. Haz que merezca la pena todo tu esfuerzo. Vamos.